miércoles, 26 de octubre de 2016

Dime que te quieres.

Ácida y tierna, dura como el acero y fina como el ala de una mariposa.
amable como una sonrisa y cruel como la amargura de la vida'.

-Diego Rivera-

Juraría que te he visto volar sin moverte del sitio,
escalar montañas desde la cima,
admitir el recuerdo y olvidar con frecuencia.

Te vi, una noche, ser de día; 
irradiar luciérnagas 
y prestar atención para pasar desapercibida.
Ponerte límites solo para follártelos.

Sé que te has cortado la lengua por lamer corazones rotos, que descuidaste el tuyo por defender el de otros;
que el tuyo es una trampa y que te has caído las mismas veces que no te apetecía levantarte.

Te he visto acariciar el tallo y escupir la flor, mirar de ventana hacia dentro y espantar las mariposas de tu estómago.
También te he visto alimentarlas con el ego de otros.

Has limpiado con tus lágrimas la conciencia de gente que ensuciaba la tuya y ensuciarte de mierda para limpiar la de los demás.

Te vi sostener la mirada a los domingos, hacerte la dormida para que ni el aleteo de tus pestañas rozara el silencio que pudiera despertar al que soñaba a tu lado.

Te vi invadir siete países a la vez abriendo la puerta de una habitación, castigarte por la culpa de los demás y ejercer tu derecho a estar seria sin tener que explicar que triste se nace y lo que deberían hacerte es feliz y no daño.

Parar el tráfico de un pestañeo, correr en dirección opuesta a la correcta, ponerlo todo en punto muerto, final, se acabó, ' no quiero más', 'estoy llena'. Salir por la puerta pequeña y entrar por la de advertencia.

Te he visto no creer en ti y seguir haciéndolo en el amor mientras te daba todo el asco del mundo tener que querer lo que no podías tener.

Meterte donde no te aman y amar porque te la meten.
Cruzarle la cara a la cruz, doler a los golpes, jugar con riesgo, volcar el mundo para quitar la sed y saciar la tuya lamiendo cactus.

Te vi matar de envidia a los que se morían por dártela.

Te he visto hacerte daño para esconder el que te hacían los demás;
te vi, una vez, hacer sombra al sol y abrazar, sonriente y resignada, a los puñales que veías venir y menos mal que se fueron.

Más de una vez callarte como una puta pero no serlo nunca.
Allanar caminos mientras otros te afilaban las piedras.
Joder, te he visto coquetear con drogas y enamorarlas tú a ellas.

Inmolarte escribiendo en mayúsculas ‘TE AMO’.

Te he visto entender la derrota como un empate y bajar la guardia cuando gritaban: ‘arriba los corazones’.

Reunir fuerzas para dárselas a otros, me fijé en cómo se corría la voz porque tú la levantabas, cómo te la sudaba la caída porque te habías enamorado del acantilado.

Te he visto bautizar cicatrices, volver del revés con tal de no irte, tirar a los puentes desde los suicidas, padecer de eternidad.

He visto cómo las alucinaciones flipaban contigo.

Te vi marcar el paso de los días con el vuelvo de tu falda, derramar sangre para trazar caminos, clavar cristales a los cristales rotos, hacerte enemiga de los que lo eran de tus amigos;
te vi llevar flores a un cementerio de margaritas. 

Te vi, una vez, y desde entonces no he podido dejar de mirarte.

'Ser tú, joder, en todas tus versiones y aunque sea jodido, nunca dejes de intentarte'.

Porque he visto cómo te hundían y, aún así, siguen sin darte miedo las alturas.

Eres preciosa, mi vida, aunque a veces duelas.

miércoles, 13 de julio de 2016

Pues sí, he de reconocer que, después de casi año y medio, me jode verte feliz. No porque sienta todavía algo por ti sino por todo el daño que me has hecho y aun así te vas de rositas…

Porque no se puede ser más mentiroso ni más cobarde ni más cabrón.

Es increíble que aun quieras tener una relación de amistad conmigo después de todo lo que me has hecho pasar. De decirme que estaba loca, que todo eran imaginaciones mías, que siempre estaba con lo mismo... Sí, siempre estaba con lo mismo porque una no es tonta, porque solo pasabas tiempo conmigo cuando te convenía, porque te escribía y pasabas de mí… No creí que fuera posible que alguien me hiciera tanto daño de la manera en que tú lo hiciste… ¡Tonta!, soy tonta por haberte aguantado tantos años. Lo peor de todo es que te permití que hicieras todo eso y más.

Maldita hora en la que te conocí.

¿Sabes? Creo que no me has traído nada bueno, nada que merezca la pena recordar. Pero ahora soy mucho más inteligente, sé que si te guardo rencor, te doy poder y ya tomaste demasiado de mí.

Ojala tu girlfriend se dé cuenta de cómo eres lo antes posible, por su bien. O que te trate como me has tratado tú a mí, que te haga sentir insignificante y pequeño, para que veas que esas cosas te destrozan.

Si hubieras sido un caballero, un tío legal, me habrías mirado a los ojos y me hubieras dicho que yo no era lo que tú querías.

Como siempre te he dicho: una mentira duele mil veces más que una verdad.

Solo saco algo bueno de esto, algo buenísimo que no se puede comparar ni de coña con lo que tú tienes, no porque lo mío sea mejor, sino porque es de VERDAD, algo que tú jamás en la vida vas a conocer y sé que va a ser así porque te conozco mejor que tú mismo.


Que te atragante tu luna de miel. 


miércoles, 6 de julio de 2016

La vida es para los valientes. Vive la vida.

La vida es para los valientes.

La vida es para los valientes y punto. Ese punto de no retorno en el que eres consciente de ser el dueño de tu destino y que nadie puede ya elegir por ti. 

La vida es para los valientes. Tropezarse, caer, volver a levantarse, sufrir, sentir el dolor bien hondo, de esos que te cuestan respirar, pero a pesar de todo ser capaz de encontrar otro poco de fuerza para resurgir, resurgir de las cenizas como el Ave Fénix. 

La vida es para los valientes: Quien no arriesga no gana. Aún sabiendo que quizá vayas a perder, arriesgas. Arriesgas por que es mejor saber la respuesta que vivir con el "y si...?". 

La vida es para los valientes, porque a veces enamorarse es una apuesta al black jack: nunca sabes cómo va a acabar el juego hasta que se levanta la última carta. 

La vida es para los valientes, y para los honrados. "Siempre" es una palabra muy grande. Hay que tener valor, fuerza y ganas de cumplirla, porque no se puede jugar con la esperanza de los demás, y por supuesto, ni con la tuya propia. 

La vida es de los valientes. 
Rock On