jueves, 31 de enero de 2013


"-Yo voy a estar contigo ¿sabes? Porque no sé cuando me enamoré de ti, ni cuánto, porque no hay metros cúbicos ni litros para medir todo eso. Pero sí sé porqué. Porque cuando andas con un catarro hueles a Vicks Vaporub y porque tienes un hueco aquí entre el hombro y el pecho y cuando pongo la cabeza me siento en casa, y porque todas las fotos que tengo tuyas sales siempre sonriendo, en todas.
¿Y tú? ¿Por qué te enamoraste de mí?

-Yo no escogi enamorarme de ti,pero la primera vez que te bese nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble. La hora exacta de ese beso eran las doce y diez, y quite la pila del reloj para que se quedase la hora detenida para siempre, parada. El minuto exacto en el que me besaste está metido en un reloj para siempre. Y ya nunca sé que hora es, pero me da igual. Y desde entonces miro constantemente el reloj.
¿Sabes lo que me gustaría? Estar tumbada contigo, sobre la hierba, mirando la luna esa naranja que hay algunos días de verano y que empezara a nevar y sentir los copos en la cara y tu mano..."



Una vez el preguntaron a Lewis Hine, un fotógrafo de guerra, porqué había elegido esa profesión. El contestó que si pudiera contar con palabras todo lo que veía no necesitaría cargar todo el día con una cámara de fotos. Que ciertos momentos de belleza, de desolación, de horror y de heroísmo estaban mas allá de las palabras.
Yo también lo creo, hay cosas que no podemos explicar con simples palabras. Cosas como seguir vivos, sentimientos como el amor y el compromiso, o sensaciones como volver a abrazar a un amigo. Quizás por eso nuestra vida se compone de imágenes, momento congelados en el tiempo para siempre, de decisiones que cambian sin remedio el rumbo de las cosas, de fotografías fijas guardadas en la memoria que nos recuerdan cada segundo lo hermoso que es vivir....

jueves, 10 de enero de 2013

"Una vez mi mamá me contó un cuento de un niño que no tenía miedo. Se llamaba Juan, Juan sin miedo. Era tan valiente que se enfrentó a brujas, fantasmas y hasta leones sin pasar pizca de miedo. Pero eso sólo es un cuento. Mi mamá también me dijo que no existe nadie que no tenga miedo y que hay tantas clases de miedos como personas en el mundo: miedo a perder las cosas que quieres aunque sean muy pero que muy pequeñas. Miedo a las mariposillas que sientes en la tripa cuando te gusta un niño. Miedo a lo que no se puede explicar con las palabras. O el miedo que tienes al monstruo que vive dentro del armario, al que solo ganas cuando eres tan valiente como para mirarle a la cara."
Rock On