martes, 28 de diciembre de 2010



Por las fechas navideñas procuro pasar de puntillas. A mí me huelen un poco a hipocresía, aunque de buen corazón. Me encantaría que el espíritu navideño, ese que nace en unos grandes almacenes en el mes de noviembre y muere con la tarjeta de crédito, durara todo el año. Porque el amor, la felicidad, los buenos sentimientos, deberían vivir siempre entre nosotros. Porque potenciarlos debería ser lo natural y no lo extraordinario. Por los que faltan, que dejan una silla vacía en la cena de Nochebuena y muchos corazones huecos el resto del año. Por todo eso, paso de puntillas por estos días y proclamo un espíritu navideño mucho más duradero, con pilas de esas que siguen y siguen…

Si te gusta la Navidad, te deseo que la disfrutes como un niño. Si, por el contrario, como yo, la miras de reojo, te deseo que, al menos, te traiga buenos momentos. Podemos buscar en ella sus bondades, que también las tiene y olvidarnos de sus miserias.

¡Que vuestros sueños se cumplan!

miércoles, 15 de diciembre de 2010



En el reino de los mediocres el rico es el rey.

A rey muerto, rey puesto.

La ley de la sucesión a golpe de talonario.

Soy lo que tengo y tengo para poder ser.

Y lo que no tengo lo compro.

Y si no lo venden, lo invento.

No ansío porque poseo.

Y poseo todo lo que anhelo.

Un barco, mil casas,

Un avión y mil lacayos.

Por eso, si existe es mío.

Persona, animal o cosa.

Por dinero baila el perro.

Y por pan si se lo dan.

Yo tengo, yo mando,

Y tú obedeces mis mandatos.

Y si no tengo ni razones ni argumentos

Porque mediocre soy con dinero

No olvides que yo mando

Sólo, porque yo lo valgo.

Rock On