viernes, 6 de diciembre de 2013

Nada dura para siempre...

"He tenido un día terrible", lo decimos constantemente. Una discusión con el jefe, una gastroenteritis, un atasco. Decimos que ha sido terrible cuando no ha pasado nada terrible.

Hay cosas que nos destrozan. Una endodoncia, una auditoria de hacienda, que nos tiren café en la ropa. Pero cuando pasa algo realmente terrible, le rogamos a un dios en el que no creemos que nos devuelva los pequeños horrores y se lleve este. Que absurdas nos parecen ahora, ¿no?.  La inundación de la cocina, la urticaria, la pelea que nos deja cabreados. ¿Nos habría ayudado conocer el futuro? ¿Nos habríamos dado cuenta de que eran los buenos momentos?

Es la historia más vieja del mundo. Un día tienes diecisiete años y estás planeando lo que serás algún día y entonces, sin hacer ruido, y sin que de verdad te hayan avisado, algún día es hoy. Y luego algún día es ayer. Y ésta es tu vida.
Si tuvieras un amigo que supieras que nunca volverías a ver, ¿qué le dirías? Si pudieras hacer una última cosa para alguien a quien quieres, ¿cuál sería?. Dilo. Hazlo. No esperes.  Nada dura para siempre.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Rock On